Un  buen tarotista podrá conocer aspectos de tu pasado o de tu presente, pues la mecánica para interpretar el pasado, el presente y el futuro es la misma. No obstante, hay que diferenciar el concepto de adivinación de la consulta astrológica o de tarot pues aunque es necesario para ser tarotista tener dotes intuitivas o de adivinación, lo idóneo para poder realizar una buena lectura en base a mi experiencia de miles de consultas realizadas en estos años es que la persona que realiza la consulta proporcione cierta información que sirva de contexto para poder realizar la consulta con mayor claridad y así mismo diferenciar las temáticas a tratar. No contextualizar las preguntas o la consulta puede llevar a confusión o engaño. 

Lo imprescindible para saber si estás hablando con un buen tarotista es que pueda describir tu situación presente con detalles y que así mismo puedas contrastar la información de la lectura una vez que ya has realizado la consulta. Un buen tarotista será alguien que tenga su intuición muy bien enfocada y muy despierta, así como su empatía por lo que será alguien que pueda comprender el trasfondo de tus problemas de una manera especial. 

Un tarotista es alguien que lee las cartas del tarot, mientras que un clarividente es alguien que percibe a través de visiones y también en el caso de la clariaudiencia a través del oído. Para ser un buen tarotista conviene ser buen vidente o clariaduente, aunque pueden trabajarse estas mancias por separado. 

El realizar una buena consulta de tarot con un profesional nos indica una tendencia que debería cumplirse en unos plazos determinados u orientativos, aunque también el factor de nuestras decisiones y actitudes podría alterar ligeramente las predicciones.

El tarot nos muestra experiencias mundanas que todos los seres vivos atravesamos en algún momento. La carta de la muerte por ejemplo puede indicarnos un final de una situación, pero no necesariamente tiene por qué ser negativa esta carta pues muchas veces nos habla de cambios que pueden ser favorables.

Es por esto, que la interpretación ha de ser hecha por un profesional que comprenda la dinámica profunda de interpretación, el lenguaje y el significado de las cartas.

El Tarot es eficaz y real dependiendo de si la tirada la realiza un profesional que sepa interpretar las cartas en su conjunto y contexto.

• El Conjunto es la combinación de las cartas después de haberlas barajado y desplegado.
• Y el Contexto es la pregunta que el Consultante realiza. Amor, Economía, Proyectos, Relaciones Familiares…

Existen miles de casos de clientes decepcionados pero, injustamente, no se habla de personas a las que alguien les ha leído las cartas y han acertado, aunque algunos acontecimientos se hayan postergado en el tiempo.

El Tarot es una herramienta eficaz como orientación y guía a la hora de tomar decisiones y también a la hora de comprender aspectos profundos de nosotros mismos o bien de las situaciones que tenemos que vivir o personas cercanas.

El tarot nos muestra por lo tanto tendencias sobre la base de nuestra realidad que tienen tendencia a cumplirse. No obstante, las cartas pueden variar o alterar su significado si tomamos decisiones que puedan provocar cambios en la situación debido a la existencia del libre albedrío, aunque otras situaciones marcadas por destino siempre saldrán reflejadas.

Es por ello, que el objetivo principal del tarot es la orientación y no la adivinación en un sentido estricto, aunque sí obviamente lo que las cartas nos muestran son las tendencias de nuestro futuro y nuestro destino que se reflejan en la realidad.