El eje Ascendente-Descendente divide una carta astral en dos hemisferios (norte y sur), y el eje Medio Cielo-Fondo del Cielo en otros dos (este-oeste). Ambos ejes juntos dividen la carta natal en cuatro cuadrantes. Cada uno de los cuatro cuadrantes se divide a su vez en otros tres sectores. Denominamos Casa astrológica a cada uno de estos sectores. Son doce casas en total, asociada cada una de ellas a cada uno de los doce signos, en el mismo orden que estos tienen en el Zodíaco, empezando por el Ascendente, que es la cúspide de la Casa I (Aries).
Cada una de las doce casas representa un sector concreto y determinado de la experiencia. Si un planeta es energía, el signo donde se sitúa ese planeta le aporta un tono determinado a esa energía. Y la Casa donde se sitúa tal planeta en tal signo define la esfera concreta de la vida donde esa energía se manifiesta más generalmente.
Es decir, las casas astrológicas bajan a la Tierra las energías planetarias, dotándolas de una sustancia más concreta y tangible. Para entendernos sirva un ejemplo: Si Marte se asocia al carácter de una persona, con un Marte en Leo tenemos un carácter dominante y mandón. Si Marte en Leo se sitúa en la Casa VI, terreno natural del signo de Virgo, esta persona va a manifestar su carácter dominante en el terreno laboral, con los compañeros de trabajo, o en la consulta del médico o la cola de un supermercado. Imaginemos que esta misma persona tiene la Luna en Libra en conjunción con Neptuno en la Casa VII (la pareja).
Estas posiciones nos muestran otra cara de este individuo mucho más maleable y adaptable. Por consiguiente, esta persona puede ser muy dominante con sus compañeros en el trabajo, pero sin embargo, en cuanto su pareja le demanda lo más mínimo pierde la fiereza de inmediato y acata sus órdenes sin rechistar.
Los planetas que se sitúan en una determinada Casa astrológica, y el signo que encontramos en la cúspide de dicha Casa, detallan la forma que tiene esa persona de afrontar ese sector en concreto de la existencia. Por ejemplo, si un planeta en Sagitario siempre busca expandirse y diversificarse, en la Casa II querrá crecer económicamente, en la Casa IV es fácil que tenga mucha familia o varias propiedades inmobiliarias, en la Casa V tendrá varios amantes, en la XI muchos amigos, etc… Sin Casas, las cualidades y características de los planetas en los signos se quedan cojas. Al final, es en una Casa astrológica (en un determinado sector de la vida) donde vamos a encontrarnos con una manifestación más clara y tangible de la energía que porta cada planeta.
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